Caeli es una mujer de treinta y ocho años que aceptó el destino que su familia y su esposo creían

mejor para ella: cuidar de su hijo y la casa. Tras diecisiete años de matrimonio, su esposo muere

repentinamente por un infarto. Frente a su ausencia, Caeli se da cuenta de que se había convertido

en una mujer que dependía de él para todo y debe reescribir su destino.

Será el momento de desempolvar su título universitario y de recuperar los conocimientos en ciencias

y tecnologías agrarias que había guardado en un cajón. Decide, entonces, hacerse cargo de los olivares

que dedicaban a la producción de aceite de oliva.

Cuando asume su nuevo rol profesional, descubre que las cuentas en la finca no están bien y decide

contratar a un contador. Así, conoce a Bastian, un hombre que creía que tenía el futuro asegurado,

pero que deberá reconstruirse luego de que un accidente lo dejara en sillas de ruedas.

Juntos deberán reescribir su destino y, en el proceso, aprenderán a amar, ya no desde la dependencia,

sino desde la libertad que supone un amor sano y generoso.