El incesto paterno/filial contra la hija niña es una de las manifestaciones brutales del patriarcado, históricamente instalado y persiste, actualmente, en diferentes culturas. Se lo considera una forma de maltrato, si bien excede esa dimensión para compaginar una forma de delito que el texto describe desde una perspectiva de género, al mismo tiempo que analiza los diversos argumentos que suelen utilizarse desde la justicia y el derecho para evitar la sanción de los padres incestuosos. El volumen rastrea en los antecedentes psicoanalíticos que, desde los textos freudianos originales, marcaron la presencia del incesto en las familias; posteriormente, Freud renunció a su propia comprobación, no obstante los titubeos que al respecto se encuentran en alguna de sus obras. La posición de la hija/niña, de estar obligada a silenciar aquello que el padre le impone como secreto, genera daños múltiples en la víctima a la que, además, el entorno social y familiar no le cree y posiciona como alguien que falsea los hechos cuando devela su victimización; lo cual la lleva a retractarse, es decir, a renunciar al testimonio de ese segmento oscuro y doliente de su vida. La gravedad de este delito, cuyas consecuencias se padecen no solo durante la niñez y la adolescencia, también durante la adultez, constituye un ataque preciso al género mujer y corresponde que sea estudiado desde esta perspectiva, según la autora lo plantea, como una violación específica que desborda la nomenclatura de abuso y reclama una calificación jurídica propia superadora de la nomenclatura del actual Código Penal.