Como psicoanalista y director de un equipo multidisciplinario perteneciente a la Fundación Vallee, Roger Misès está abocado al estudio de los que él llama ''niños disarmónicos''. En la presente obra se exponen las bases teóricas de su enfoque, que sostiene la necesidad de describir la estructura y organización mental del déficit, afirmando que no hay un déficit intelectual puro y que en muchos casos se trata de perturbaciones reversibles mediando la intervención terapéutica adecuada. Sostiene el autor que es preciso diferenciar claramente las deficiencias intelectuales de las psicosis de expresión deficitaria. Para ello sugiere reformular las relaciones entre retardo mental y psicosis, así como el concepto de esquizofrenia infantil, delimitar las características específicas de las demencias secundarias descritas por Heller y examinar más a fondo las psicosis del niño pequeño. Sin desdeñar los aportes de la biología al problema, no deja de evaluar las presiones socioeconómicas y culturales, que se expresan dolorosamente en estos enfermos.