Ciertas acciones son del orden de la justicia; están regidas por la reciprocidad y se apoyan en principios de equivalencia que fundan el equilibrio de las relaciones y los intercambios o denuncian lo contrario. Otras conciernen al amor, y se manifiestan por la gratuidad, la renuncia al cálculo. Si bien todas las personas son capaces de estos diversos modos de acción, así como de ejercer la violencia que reduce la relación a un enfrentamiento entre fuerzas, la cuestión es cómo lo logran y cómo pasan de una modalidad a otra. Luc Boltanski examina la posibilidad de tratar la justicia y el amor como competencias y esboza modelos destinados a clarificar las capacidades que desarrollan las personas cuando reclaman justicia, dan gratuitamente, recurren a la fuerza u oscilan entre una y otra modalidad. Estos modelos, aplicados al análisis de litigios, permiten comprender mejor el sentimiento de injusticia y las diversas maniobras que las personas intentan para obtener respuesta a sus reclamos. En efecto, las operaciones que los actores de un litigio pueden ejecutar para dar validez a su causa deben, para ser aceptables, tener en cuenta ciertas restricciones cuyo análisis permite extraer reglas que pueden describirse como se describen las reglas de una gramática.