En Salvo el nombre se trata nada menos que de la salvación. Dos interlocutores conversan acerca de lo que gira alrededor del nombre, singularmente del nombre de «nombre», del nombre de Dios, y de lo que este deviene en lo que se llama «teología negativa», donde el SobreNombre nombra lo innombrable, es decir, a la vez, lo que no se puede ni se debe nombrar, definir o conocer, ante todo porque lo que entonces se sobrenombra se sustrae, sin mantenerse en ello, más allá del ser. ¿Qué es un SobreNombre, lo que vale más que el nombre, pero también lo que ocupa el lugar del nombre? ¿Y se da alguna vez para la salvación del nombre por fin Salvo?