Este libro explora los orígenes del feminismo en Uruguay y su desarrollo en las primeras décadas del siglo XX. Como indica la autora, este concepto político se fue introduciendo en la época con múltiples significados, marcados por la polémica. A través de la obra se indaga sobre las prácticas y experiencias políticas de las mujeres uruguayas al interior del librepensamiento, el catolicismo y el anarquismo, abordando temas como la maternidad, el trabajo, la sexualidad, la educación o los derechos políticos. Provenientes de corrientes políticas diferentes, los planteos en pos de una mayor igualdad en materia de derechos entre los sexos confluyeron en un movimiento feminista de raíz liberal, con un programa reivindicativo específico, sus propias lógicas de acción política y un marcado internacionalismo.