Cargado y reflexivo con sus vivencias, Gabriel Otero nos amplía la historia sobre la dictadura desde la perspectiva hasta ahora poco explorada de las niñas y los niños que fueron, junto a sus madres, presos políticos. La vulgata negacionista repite que no hay que seguir hablando del pasado reciente, pero la historia muestra que todavía tenemos mucho más para conocer. Nuevas líneas de investigación vienen avanzando sobre la perspectiva de género, los colectivos afro, las minorías sexuales y las formas de represión en el interior. También sobre infancias en dictadura, y es aquí donde La fila de los inocentes (esa que hacían para ver si conseguían dulce de membrillo en el cuartel) nos abre un nuevo portal de memoria.
El entrañable recuerdo del juego de «mamá osa» con que lo convencía y entretenía su madre para poder bañarlo con agua fría mientras convivían, presos por la dictadura, o la inquietante rememoración de su «vuelta a casa» cuando iban con su hermana a visitarla al cuartel son dos huellas fugaces de una historia que, de poderosa y personal, se convierte en universal.
Gabriel Quirici
Desde la mirada de alguien que vivió esos tiempos, creo que el esfuerzo de escribir estas páginas, de traerlas de algún rincón de la memoria a hoy, vale la pena. Al relato histórico de esos años Gabriel le agrega una mirada muy peculiar desde la infancia, casi no contada. Sobresalen dos figuras fuertes, de mujeres casi anónimas para los historiadores, imprescindibles para la sobrevivencia.
El relato deja muchas preguntas planteadas que, creo, cada lector se hará, y eso me parece lo más importante, porque los testimonios, las investigaciones, lo histórico nunca está terminado y no sé si puede agotarse en las páginas de un libro.
Lucía Topolansky
Editorial: FIN DE SIGLO
ISBN: 9789915672755
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Cargado y reflexivo con sus vivencias, Gabriel Otero nos amplía la historia sobre la dictadura desde la perspectiva hasta ahora poco explorada de las niñas y los niños que fueron, junto a sus madres, presos políticos. La vulgata negacionista repite que no hay que seguir hablando del pasado reciente, pero la historia muestra que todavía tenemos mucho más para conocer. Nuevas líneas de investigación vienen avanzando sobre la perspectiva de género, los colectivos afro, las minorías sexuales y las formas de represión en el interior. También sobre infancias en dictadura, y es aquí donde La fila de los inocentes (esa que hacían para ver si conseguían dulce de membrillo en el cuartel) nos abre un nuevo portal de memoria.
El entrañable recuerdo del juego de «mamá osa» con que lo convencía y entretenía su madre para poder bañarlo con agua fría mientras convivían, presos por la dictadura, o la inquietante rememoración de su «vuelta a casa» cuando iban con su hermana a visitarla al cuartel son dos huellas fugaces de una historia que, de poderosa y personal, se convierte en universal.
Gabriel Quirici
Desde la mirada de alguien que vivió esos tiempos, creo que el esfuerzo de escribir estas páginas, de traerlas de algún rincón de la memoria a hoy, vale la pena. Al relato histórico de esos años Gabriel le agrega una mirada muy peculiar desde la infancia, casi no contada. Sobresalen dos figuras fuertes, de mujeres casi anónimas para los historiadores, imprescindibles para la sobrevivencia.
El relato deja muchas preguntas planteadas que, creo, cada lector se hará, y eso me parece lo más importante, porque los testimonios, las investigaciones, lo histórico nunca está terminado y no sé si puede agotarse en las páginas de un libro.
Lucía Topolansky
Editorial: FIN DE SIGLO
ISBN: 9789915672755