En 1973, con el regreso del peronismo al poder, el diario Clarín renovó su contratapa humorística sellando su apuesta por el humor nacional. Desde entonces, desplazó a las tiras importadas y logró reunir a los humoristas más talentosos: Caloi, Crist, Fontanarrosa, Ian y Landrú, entre otros. Indisolublemente ancladas en su aquí y ahora, las viñetas de ese espacio pueden leerse como comentario, opinión o velada alusión a la vida bajo la dictadura. Atenta a los modos en que el humor gráfico rompía o suscribía pactos de silencio, o cultivaba zonas más grises, Florencia Levín sigue la representación "dibujada" de los principales acontecimientos de la escena sociopolítica, desde el clima golpista anterior a 1976, pasando por las desapariciones y Malvinas, hasta los consensos de la transición democrática. La autora estudia a los diferentes humoristas en relación con su trayectoria y su pertenencia ideológica, así como la articulación entre la sección que los convocaba y el posicionamiento institucional del diario. A partir de una lectura fina y sugerente de los trazos y la construcción imaginaria que propone cada tira, analiza las estrategias con que los humoristas sortearon interdicciones y negociaron sus vínculos con el poder político y la línea editorial de Clarín. Los humoristas operaron sobre la realidad de una manera excepcional, a través de actos discursivos que fueron también actos políticos y que hoy devienen piezas valiosas para reconstruir una zona de las pasiones de nuestro pasado, la que insiste todavía en la memoria colectiva. Aporte fundamental a la historia reciente, este libro ingresa en los años setenta y los primeros ochenta a través de un prisma original, que permite explorar las representaciones sociales sobre la violencia, la guerra y la naciente democracia.