Si alguien se tomara el trabajo de elegir un lugar y un año, y luego, de leer todo aquello que se publicó allí durante ese lapso -desde los textos académicos hasta los diarios de circulación masiva-, tendría ante sí una manifestación muy concreta del "discurso social", es decir, de todo aquello que, en una coyuntura particular, puede pensarse y escribirse. Marc Angenot, un pionero en el campo del análisis del discurso, demuestra en este libro que semejante experimento es realizable y que abre el camino para analizar el pasado, lejano o reciente. La primera parte de esta obra despliega la teoría del discurso social y, como un ejemplo de su productividad, la segunda parte aborda distintas modalidades discursivas: las doctrinas socialistas acerca de un arte proletario, el surgimiento de las ideologías modernas y el renacer de los estudios retóricos. El axioma que atraviesa este enfoque es que las ideas y los discursos son hechos históricos: no se puede tener cualquier creencia u opinión en cualquier momento y en cualquier cultura. En cada época reina una hegemonía de lo pensable y una serie de reglas que establecen modos legítimos de argumentar y narrar, de persuadir y de probar. Historizar los discursos, comprender dentro de qué límites piensa y escribe una sociedad determinada, resulta un paso insoslayable no sólo para el analista del discurso sino también para el historiador de las ideas y el investigador en ciencias sociales. Esta selección de trabajos se propone como una inmejorable vía de acceso a la obra de un autor tan prolífico como poco traducido, y constituye una orientación fundamental para quienes estudian la discursividad social.