Esta joven historiadora italiana especializada en migraciones internacionales reconstruye los caminos tomados por muchos de los vencidos tras la caída del régimen fascista que, en su mayoría, vieron en las tierras argentinas la posibilidad de un lugar hacia donde emigrar. La autora describe cómo eran las relaciones políticas que los emigrados mantenían con la península itálica y cómo, a la vez, se vinculaban con las colonias y las instituciones italianas ya establecidas en el país. La investigación abarca también historias de empresarios y técnicos que, con diferentes niveles de vinculación con el régimen de Mussolini, llegaron al país guiados por las oportunidades concedidas por la política peronista. En La inmigración fascista en la Argentina se evidencia el amplio conocimiento que posee la autora sobre la historia de ambos países y su capacidad de narrarla en un estilo ágil que permite, además, una introducción precisa a un público no especializado.