Para que un alumno aprenda a estudiar de manera eficaz, es necesario enseñarle técnicas, pero también desarrollar una serie de habilidades y hábitos que le permitan arribar a resultados académicos positivos.Partiendo de sus posibilidades, se debe explicar de manera precisa aquello que se espera que logre y luego proponer actividades con creciente nivel de dificultad que pongan en práctica lo aprendido. No es difícil hacerlo, pero requiere de paciencia, humildad y un gran compromiso con los hijos y alumnos que decidimos orientar. Este compromiso debe traducirse, entre otras cosas, en una mirada positiva, centrada en las potencialidades y en los recursos que poseen. Es fundamental que, con la confianza, se les transmita una mirada optimista acerca de lo que puede lograrse con trabajo y esfuerzo. Este libro propone, de manera clara y simple, recursos y actividades para que niños y adolescentes aprendan a estudiar. Aborda y desarrolla aspectos como la organización del tiempo, la comprensión de textos y la detección de las ideas principales; el diseño de esquemas, resúmenes y tablas; el trabajo con fórmulas y algoritmos; la memorización comprensiva; estrategias para rendir exámenes. Destacando, muy especialmente, el papel de los padres en el proceso de adquisición de hábitos de estudio.