Lo femenino se ha constituido históricamente —con sus múltiples mandatos— desde las diferentes representaciones artísticas, sociales y culturales. Hace ya varios años que el lugar de la mujer en la sociedad ha dejado de quedar —al menos en algunas culturas— en una posición de inferioridad de condiciones respecto al varón, y los efectos subjetivos de este proceso se pueden leer en las manifestaciones y formas de tratamiento de lo femenino.

El recorrido por personajes que habitan en épocas y culturas disimiles resulta relevante para abordar la maternidad, el deseo de hijo, la relación madre e hija, la amistad, la soledad, la “intensidad” atribuida al amor femenino y los tonos que adquiere todo aquello

que llamamos deseo, y lo hace a partir del entrecruzamiento de la teoría psicoanalítica, desde Freud y Lacan hasta los contemporáneos Massimo Recalcati, Luciano Lutereau y Marcelo Barros.

Literatura y psicoanálisis se funden en esta obra, y el resultado es una línea de tiempo, cuya evolución despliega cómo nos hemos ido configurando como sujetos deseantes.