El estudio es la imagen de la potencia: de la potencia de escribir para el escritor, de la potencia de pintar o esculpir para el pintor o escultor. Intentar la descripción del propio estudio significa entonces intentar la descripción de los modos y las formas de la propia potencia, una tarea, al menos a primera vista, imposible". El título Autorretrato en el estudio -un tema visitado sobre todo en la historia de la pintura occidental- debe entenderse literalmente: el libro es un autorretrato cuyos rasgos se construyen a través de los objetos, de las fotografías y de las pinturas presentes en los estudios en los que Giorgio Agamben ha trabajado y aún trabaja. La apuesta de Agamben es que para hablar de sí mismo la única forma posible es hacerlo hablando de otros: los poetas, filósofos, pintores, músicos, amigos y pasiones con los que ha compartido su vida. En resumen, los encuentros que han definido su formación y han nutrido y aún alimentan sus propios escritos de diversas maneras, desde Heidegger a Elsa Morante, de Melville a Walter Benjamin, o de José Bergamín a Jean-Luc Nancy.