Corea del Norte es el país más hermético y menos visitado del planeta: sin Internet ni comunicación con el exterior, y con rigurosos controles que limitan tanto la salida de ciudadanos norcoreanos como el ingreso de extranjeros, nadie sabe a ciencia cierta cómo es, qué pasa ni cómo se vive en el llamado "reino ermitaño".
Florencia Grieco viajó dos veces a Corea del Norte, conoció la capital y recorrió el interior durante un mes, incluyendo la infranqueable frontera con Corea del Sur y la ciudad de Rason, una zona especial con reglas que no rigen en el resto del territorio y que está vedada a los propios norcoreanos. En esta crónica íntima, cuenta su experiencia y la documenta con más de ciento cincuenta fotografías que revelan aspectos inesperados de la vida cotidiana al norte del paralelo 38.