De las ideas menos geniales de Leonardo da Vinci a las intuiciones más fructíferas de los sabios románticos, esta obra recorre los lineamientos imprevisibles del pensamiento científico y la profundidad de sus raíces poéticas, místicas y mágicas. La historia de la ciencia con frecuencia parece reunir lo que tiene de más aburrido la historia, y de más retorcido la ciencia. Esa historia de la Razón que, mediante héroes inspirados y descubrimientos gloriosos, pretende ignorar las historias paralelas, de la sinrazón y de los sentimientos, es como un cuento de hadas sin ogros, que ni siquiera haría temblar a los niños. Por eso es necesaria una historia "sentimental" de las ciencias, capaz de poner un poco de desorden en el museo polvoriento de nuestras certezas acerca de la elaboración del conocimiento, y que nos revele las aventuras más o menos felices de nuestros prestigiosos científicos. Aquí encontraremos a un pionero ciego del cine, unos Naturphilosophen políticamente incorrectos, un Denis Papin fabricado a medida, un Maupertuis descansando, un cirujano destripando a los sapos y escrutando el sexo de las brujas, un Newton fabricando barriletes de petardos, un Voltaire cortando la cabeza de una docena de caracoles y un maestro de escuela suizo iluminando con una fórmula mágica el corazón del átomo.