En esta obra, provocativa y original, Slavoj Zizek contempla el tema de la mediación humana en un mundo posmoderno. Desde el hundimiento del Titanic hasta La ventana indiscreta de Hichcock, desde las óperas de Wagner hasta la ciencia ficción, desde Alien hasta el chiste judío, los agudos análisis del autor exploran las fantasías ideológicas de completud y exclusión que elabora la sociedad humana. Zizek está en desacuerdo con los análisis de la condición posmoderna, desde Habermas hasta Sloterkijk, y expone la idea de que el mundo "posideológico" ignora que "aun cuando no nos tomemos las cosas en serio, seguimos haciéndolas". Zizek rechaza el mundo unificado posmodernista de superficies y traza una línea de pensamiento de Hagel a Althusser y Lacan en la que el sujeto humano está escindido, dividido por un profundo antagonismo que determina la realidad social y a través del cual actúa la ideología. Mediante el vínculo de conceptos psicoanalíticos y filosóficos claves con fenómenos sociales como totalitarismo y racismo, en este libro se explora la importancia política de estas fantasías de control. Por esta razón, este libro representa una notoria contribución a la teoría psicoanalítica de la ideología, además de ofrecer interpretaciones convincentes de una serie de formaciones culturales contemporáneas.