Este libro está dedicado a los múltiples y diversos directores, conductores que desde distintas funciones participan de la increíble aventura de la gestión, ese cómo hacerlo que deviene del qué de la política y de la visión que orienta la acción educativa en un país, una comuna o una institución. El arte de dirigir es aún un espacio que merece ser comprendido, explorado, investigado y construido. El autor propone visibilizar la función de dirigir desde la perspectiva del sujeto, de la persona que ocupa el rol, en la convicción de que la potencia de ese rol reconoce tres componentes clave: las competencias técnicas del rol, las competencias genéricas del sujeto-observador y el capital social que se construye con la inclusión de otros significativos.