Los viajes de Marco Polo presentó al lector renacentista del siglo XIV, en una rica y colorista descripción histórica, geográfica y costumbrista, una parte del mundo desconocida hasta aquel momento: Asia. Desde su prisión genovesa, Marco Polo dictó, en el año 1298, el relato de sus viajes por Oriente a maese Rusticiano de Pisa, su compañero de celda, quien se encargó de recogerlo en este libro legendario. El viaje de Marco Polo fue enorme y trascendente para la historia del mundo, y más que el viaje, el relato de éste. Su libro puede considerarse como el más extraordinario legado de la literatura de la Edad Media. Una casual aventura transformó el orbe conocido y constreñido dentro del estrecho criterio de los astrólogos y geógrafos de la época. Con Marco Polo el mundo se agranda, y esa grandeza la ratifica Cristóbal Colón, Magallanes y Elcano.