«Este libro comienza –afirma el autor- en el punto en que dejé el anterior, ¿Por qué estudiar los medios? Encara una cuestión que vislumbro como la segunda gran crisis ambiental que deben afrontar nuestras sociedades globales: la del mundo de las comunicaciones. Se trata de una crisis moral y ética, además de política. La contaminación de este ambiente amenaza nuestra capacidad de mantener un nivel razonable de humanidad: sólo podremos revertir la carrera desenfrenada hacia una creciente incomprensión en inhumanidad si prestamos atención a las diversas realidades de la comunicación global y, aún más, a sus posibilidades». Silverstone sitúa los medios globales en el centro mismo del futuro moral de la civilización. Sostiene que todos lo medios (la prensa, la radiotelefonía, Internet y, cada vez más, las redes y las tecnologías par a par) ejercen una enorme influencia sobre el modo en que los ciudadanos comprenden el mundo. En una sociedad en que la polarización y la demonización aumentan, les corresponde a los medios un papel fundamental, porque ellos pueden reforzar o cuestionar esa polarización. Esta obra sugiere que deberíamos pensar en los medios globales como una polis de los medios, un único espacio de comunicación política y social en el cual se pueden echar los cimientos de las relaciones con los vecinos y los extranjeros, o, por el contrario, derribarlos. La polis de los medios es un espacio moral, un ámbito de hospitalidad, responsabilidad, obligaciones y juicios. Para indagar en su presente y su futuro es necesario prestar atención a temas tales como la justicia en los medios, la formación mediática y la regulación de los medios. Es este un texto de lectura obligada para todos aquellos que estudian lo medios en el ámbito académico, e igualmente valioso para quien se interese por el funcionamiento del mundo moderno.