Green expone una teoría de la representación acorde con su propuesta de teoría psicoanalítica del lenguaje. La única categoría psíquica susceptible de constituir un puente entre psique y lenguaje es la de representación. El analista, cuando fractura la coherencia del discurso manifiesto, lo hace para liberar la representación cautiva del lenguaje. El lenguaje en el encuadre habla del cuerpo y del mundo, pero habla de ellos desde aquel otrora y aquella lejanía que toman por testigo a otro, el más ajeno y, sin embargo, conocido desde siempre. La trasferencia es una trasformación interna que desemboca en el habla, y el objeto aparece como destinatario del enunciado y como representación del otro en tanto objeto de un deseo. Las trasformaciones entre pulsión y objeto generan el otro del objeto. La relación yo-sujeto, otro, otro del objeto, engendra un Otro radical, soporte de la palabra y de la Ley. El aporte de André Green tiene valor en sí mismo pero también por referencia a su concepción del tratamiento y de la cura, que encuentra una fundamentación teórica en este notable estudio.