El honor de la creación de la novela policíaca moderna pertenece a un escritor estadounidense, Edgar Allan Poe. Cuentos tales como “La carta robada” y “Los crímenes de la calle Morgue” aún siguen sin rival. Poe se refería a sus historias como “cuentos de raciocinio”. En las historias de este tipo, la preocupación principal de la trama es la determinación de la verdad y los medios habituales de la obtención de la verdad es un proceso complejo y misterioso que combina la lógica intuitiva, astuta observación e inferencia perspicaz.

Conan Doyle se inspiró, a su vez, de ellos, y los escritores norteamericanos actuales toman tanto de fuentes francesas como inglesas para la construcción de sus relatos. Es bastante raro encontrar hoy en día a algún detective de ficción que no carezca de una calidad suprema: la imaginación científica. La historia de detectives hasta ahora se ha basado en uno de estos dos métodos: el análisis o la deducción. El primero era de Poe, para tomar el ejemplo típico, en el último caso es de Conan Doyle.

En la presente antología se incluyen relatos de algunos de los mejores exponentes del género policial: Edgar Allan Poe, Arthur B. Reeve, Wilkie Collins, Anna Katherine Green, Sir Arthur Conan Doyle, Antón Chéjov, Mary y Thomas Hanshew y Sir Robert Anderson.