Hijo del sol y de la lluvia, el Arco Iris ha capturado la atención y la admiración del ser humano en todas las épocas, estimulando la imaginación y las creencias populares. Considerado en Occidente como un símbolo de la alianza de Dios con el hombre y en Oriente commo un punete que enlaza el mundo celestial con el terrenal, el Arco Iris fue siempre visto como portador de buenos augurios y como símbolo de alegría, energía, pureza, vida, esperanza, properidad, abundancia, paz y amor.