La imagen de la tierra con sus cinco continentes se impone hoy en día como algo evidente. Sin embargo, durante milenios constituyó el más diabólico de los enigmas, un gigantesco rompecabezas del cual nadie podía sospechar al principio el número de piezas, ni su imagen final, ni siquiera la forma del marco. Dar vida a esta paciente y fascinante progresión en el conocimiento de nuestro entorno es la ambición de este libro.