Tras un fracaso con sus negocios en las colonias francesas de África, que le produjo cuantiosas pérdidas, Henry de Monfried se entera de algunos detalles sobre el contrabando de hachís en Egipto. Sin pensárselo dos veces decide al instante llevar hasta Suez un gran cargamento en su barco. Pero de momento solo sabe dos cosas del hachís: Se produce en Grecia y se vende muy caro en Egipto. Este es el relato de dicha empresa, tras la compra del hachís en una granja griega hasta su retorno a Djibuti. Una aventura audaz y accidentada en el misterioso mundo de los contrabandistas del golfo de Suez que tiene éxito, como reconoce el propio autor, precisamente porqué es una locura.