Actualmente sabemos que muchas dietas no funcionan y, no solo eso, sino que a menudo provocan el efecto contrario al deseado: frustración, baja autoestima, remordimientos y hasta unos kilos de más.

La alimentación intuitiva pretende instaurar una relación positiva con la comida, recuperar las sensaciones que las dietas han pervertido y crear nuevos hábitos alimentarios sanos sin centrarse en la pérdida de peso.

A partir de este enfoque, los alimentos «prohibidos» dejan de serlo, por lo que ya no descartaremos alimentos y no existirá la frustración.

Aprenderás a escuchar a tu cuerpo y a respetar las necesidades de tu organismo. En cuanto al peso, se estabilizará de forma natural gracias a la ausencia de restricciones y del control.