Se trata de la primera novela de Julio Verne,2 y en ella aparecen ya los «ingredientes» de lo que será su futura obra, mezclando hábilmente una intriga plagada de aventuras y sobresaltos de todo tipo y descripciones técnicas, geográficas e históricas. El libro lleva a cabo un buen resumen de las exploraciones del continente africano, que en aquella época no era totalmente conocido por los europeos y al que acudían muchos exploradores en busca de sus secretos. En poco tiempo es un éxito absoluto. El libro aporta a Julio Verne la tranquilidad económica y un contrato con la editorial de Pierre-Jules Hetzel, que publicaría varias decenas de sus obras durante más de cuarenta años.