El estilo literario de Charles Dickens se calificó de florido y poético, satírico, con un importante matiz cómico; con los personajes más notables y creativos de la literatura inglesa, destacando entre todos ellos la misma ciudad de Londres, que conocía y amaba como nadie, ya que la caminó y disfrutó con pasión durante casi toda su vida. Sus libros eran verdaderos trabajos de crítica social; denostó la pobreza de las gentes humildes y la diferencia entre las clases sociales que imperaban en la sociedad victoriana.