El intercambio epistolar entre Freud y Zweig muestra al creador del psicoanálisis en la doble faceta de Dichter (creador de ficciones) y Naturforscher (científico naturalista). Sus cartas nos ofrecen un material inagotable para “poner a trabajar” las propias concepciones psicoanalíticas, en el proceso mismo de su producción. En su correspondencia, Freud relata las diversas vicisitudes que rodean su la vida - expresadas por el decir poético (Dichten) de un gran estilista de la lengua alemana-; así como también transmite con claridad el “pensamiento pensante” (Denken) acerca de los mecanismos del inconsciente. Freud consideraba a los artistas como capaces de un acceso privilegiado a la “otra escena” inconsciente (eine andere Schauplatz), de modo que la figura de un creador literario de la talla de Zweig operó como estímulo para la redacción de una correspondencia plena de reveladoras consideraciones psicoanalíticas.